Inéditos, Literatura

inéditos: adrián chaurán

El paisaje de un cuerpo. La noche que cae entre las olas y surca un camino por la espalda. La rabia, el ruido y la aflicción. La poesía de Adrían Chaurán transita entre sueños voraces y pesadillas cubiertas de mariposas. Cruzando imágenes como fotografías, mientras el insomnio toma forma hasta convertirse en un silencio total.


Cuatro poemas para Safo.

“Por el camino que lleva al Olimpo

no pueden ir los hombres…”.

Safo.

1.

Tu piel, fragua del norte, la lira,

el atardecer con clavos disueltos

o ritual de espuma de Léucade

que cercena tu boca;

la serranía que converge en tu sangre,

amor, nada es nuestro, ni los ojos,

ni el rumor de dos muertes

que se deshacen en el ruido,

nunca, ni los olivares desnudos,

ni las saetas, ni el luto del espejo.

2.

La noche poblada de cánceres,

de besos dispersos como aljabas

caídas en los ríos, ondinas ante tu umbral

en donde tu boca se confunde con una máscara,

en donde eres más allá del cielo

el difícil brío de la aflicción,

la noche poblada de violentos alacranes,

anegando tanto nuestro sueño en la frente.

3.

eran tus olas como horizonte

y así como el amor y el broquel

fue el crepúsculo invidente,

amarte, como rabia como silencio

de mineral, de ángel, de sangre,

amarte, es huir entre las verdes heridas,

por huertos estériles de sombras, amarte,

décimo beso, mortaja, 

                                    un clavel te surca la espalda.

4.

Hay un murmullo de incienso y serranía

hasta las inmensas estalactitas de tu vientre;

hay una espada como espiga masticada

con el anverso de tu boca;

como columnas de un cuerpo celeste

detrás del cielo o ante la última

noche; hay un río de sangre como cintura

como deseo y violencia, como el odio.

Has abandonado altares de insomnio

bajo las fraguas del joven fauno;

como sangre de marea, por caminos, por ojos oscuros,

por sierpes hasta tus senos siendo un toro;

como ocultar un gemido de arenas en las praderas,

apresada, ave de sombra voraz, Safo;

tu cuerpo se extiende como grácil beso

cubriendo mariposas y brazos con la muerte;

era mi saliva, rueda como capa de metal indeleble

bajo la cien de la niña que desnuda jacintos,

no protesta; aguardo el nombre de las náyades

con un clavo de sol en el sexo, y tú,

agrupado amor serás mañana la lluvia de plomo

como calvario de Léucade y de ternura

ante un cuerpo en blanco firmamento perdido.


Adrián Chaurán (Venezuela,1999). Actualmente estudia “Lengua y Literatura” en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL). Tiene una breve selección de poemas en la página de la Editorial J. Bernavil, en la revista literaria Letralia; en la Revista Literaria Autores, de España, como entre otras; Mención Honorifica en el III Concurso Internacional de Poesía J. Bernavil 2022, en la Categoría Joven.