Audiovisual, Exposición, Fotografía

entrevista: pablo cabrera

Desde el año 1989 que el fotógrafo Pablo Cabrera se ha orientado hacia la fotografía de autor. Comenzó registrando su entorno personal, y desde ese punto hasta hoy su trayectoria lo ha llevado a publicar destacados fotolibros y ensayos fotográficos, participando además de residencias, exposiciones y festivales de fotografía.

Durante estos días, y hasta el 14 de abril, Pablo está exponiendo su obra “Nocturno” en el Museo Baburizza. Una muestra compuesta por 33 fotografías en blanco y negro que dan a conocer, desde diferentes matices, las noches de bar en el Cinzano y El Canario de Valparaíso.


En “Nocturno” estuviste registrando cada fin de semana durante 10 años. Con respecto a esto último, ¿de qué forma evalúas la duración de cada proyecto?

Es una buena pregunta. Yo creo que, si hubiera sido más consciente de lo que quería, habría parado antes. Creo que el tiempo no debe ser un límite. Pienso que sentí la sensación de que me estaba repitiendo, y un día, como en la película Forest Gump, paré…

Y viendo el resumen de esos 10 años en esta exposición, ¿cómo ha sido la recepción por parte del público?

Muy positiva desde las visitas y comentarios de quienes la han visto. Pero también desafiante al ser una exposición en solitario. Agradezco a José Egaña y Carolina Zañartu, quienes me apoyaron en el proceso. Habría sido muy difícil llegar al estándar que requiere un museo de bellas artes como el Baburizza.

Cuando comienzas un proyecto como este, ¿construyes primero el tema a fotografiar y luego te aventuras, o es al revés, y dejas que el tema te encuentre a ti?

Todo ha sido intuición. No creo que haya una fórmula. De hecho, lo he intentado by the book y no conecté con la idea nunca. Me parece que uno tiene que seguir la intuición o la motivación de seguir una idea que a uno le resuene de forma permanente, más allá de la intensidad. La persistencia permite cerrar las ideas y convertirlas en proyectos o fotolibros.

Desde la publicación del fotolibro “Nocturno”, y hasta su reciente exposición, ¿cómo ha sido abordar ambos formatos en términos de tiempo y experiencia?

Esas fotos no sé si las vuelva a hacer de esa manera. Las personas y los lugares cambian. Fue un proceso muy enriquecedor como fotógrafo. No sabía que tenía algo importante hasta que lo comencé a mostrar con mucha humildad al comienzo, y ahora con orgullo de que esas fotos tienen vida propia.

Tampoco tenía ninguna pretensión hasta que las trabajé con Ricardo Portugueis, y luego participé en el visionado del FIFV del 2017. Fue casi unánime de parte de los fotógrafos que vieron “Nocturno” el decirme que tenía que hacer algo con esas fotos.

Tus trabajos siempre han seguido una línea bien constituida alrededor del blanco y negro. ¿Por qué esa decisión?

Fue una decisión temprana y, a la vez, obligada, porque partí haciendo fotografía análoga en la universidad y ahí todo era en blanco y negro. Tenías que comprar cargas, que eran más baratas que los rollos originales, y revelar tú mismo. También fue porque en la Universidad Santa María se expuso a Bill Brandt, y ver ese contraste cerró mi decisión sobre el blanco y negro.

En tus temáticas tendemos a ver registros íntimos, como en “Impares”, donde la premisa nos habla de soledad, ausencia y no pertenecer. ¿Cómo fue abordar este proyecto en particular?

Según yo, quería hacer algunas abstracciones. Salir de mi zona de confort. Hice muchas fotos de noche, pero luego comencé a mostrarlas en visionados, y las posibilidades se ampliaron un montón. El proyecto estaba más o menos listo en pandemia, pero estuvo latente hasta el 2022/2023. Lo volvimos a revisar y quedó la secuencia definitiva con textos del escritor Marcelo Novoa, el diseño de Carolina Zañartu y la producción de María José Egaña.

Otra temática recurrente en tus obras ha sido la memoria. ¿Cómo influye ésta en tu trabajo?

Soy una persona con memoria selectiva. Recuerdo poco en realidad, por lo que hacer fotos es parte de registrar mi entorno a los que me rodean.

También hay un importante giro este último tiempo con tu interés en la violencia del ser humano y sus consecuencias. ¿Cómo llegaste a interesarte por ese tema?

Eso es algo permanente. No sé si podré hacer algo con eso. Me llama mucho la atención la capacidad del ser humano de eliminar con violencia incluso a sus propios hermanos. Lo vemos en las dictaduras latinoamericanas y en las guerras más mediáticas, como la de Siria y Ucrania. Para qué hablar de la cultura narco, que se ha diseminado en toda Latinoamérica con una violencia dolorosa y terrible.

Finalmente, ¿qué proyectos te esperan de aquí en adelante?

Me encantaría saberlo. Estoy con una idea que precisamente ahora estoy tratando de ver si tiene posibilidad, y que tiene que ver con Valparaíso. Así que veremos…